VIASURE Real Time PCR Detection Kits
E. coli Typing (E. coli ETEC + EIEC) + (E. coli EHEC, EPEC & EIEC)
Descripción
VIASURE E. coli Typing Real Time PCR Detection Kit está diseñado para la identificación y diferenciación específica de Escherichia coli enterohemorrágica (EHEC), Escherichia coli productora de toxina Shiga (STEC), Escherichia coli enteropatogénica (EPEC), Escherichia coli enterotoxigénica (ETEC) y Escherichia coli enteroinvasiva (EIEC)/Shigella en muestras de heces humanas procedentes de pacientes con signos y síntomas de infección gastrointestinal.
El uso previsto del test es facilitar el diagnóstico de infección producida por EHEC, STEC, EPEC, ETEC y/o EIEC/Shigella en combinación con factores de riesgos clínicos y epidemiológicos.
El DNA es extraído a partir de las muestras fecales, amplificado posteriormente mediante PCR a tiempo real y detectado utilizando oligonucleótidos específicos y una sonda marcada con una molécula fluorescente y otra apantalladora (quencher) para detectar EHEC, STEC, EPEC, ETEC y/o EIEC/Shigella.
Especificaciones
Información
Escherichia coli (E. coli) es un microorganismo gram-negativo que puede ser un residente inocuo del tracto gastrointestinal, pero también tiene la capacidad de causar enfermedades entéricas y extraintestinales, como infecciones del tracto urinario (ITUs), sepsis y meningitis. Las cepas patógenas de E. coli (patovares o patotipos) causan una gran morbilidad y mortalidad en todo el mundo, debido a que tienen bajas dosis infecciosas y se transmiten a través de medios ubicuos, como los alimentos y el agua. De las cepas que causan enfermedades diarreicas, se reconocen seis patotipos: E. coli enterohemorrágica (EHEC), E. coli enterotoxigénica (ETEC), E. coli enteroinvasiva (EIEC), E. coli enteropatogénica (EPEC), E. coli enteroagregativa (EAggEC) y E. coli de adherencia difusa (DAEC). Además, diferentes cepas de E. coli pueden pertenecer a más de un patotipo debido a la expresión de los diferentes factores de virulencia.
E. coli enterohemorrágica (EHEC) es un subconjunto de E. coli productora de toxina Shiga (STEC), también llamada E. coli productora de verotoxina. STEC son un grupo diverso de patógenos transmitidos por los alimentos, que causan un amplio espectro de enfermedades humanas, que van desde una diarrea leve hasta enfermedades humanas graves. Entre estas se incluyen la colitis hemorrágica (CH) y el síndrome urémico hemolítico (SUH), considerado como una complicación potencialmente mortal. Su virulencia está relacionada en parte con su capacidad para producir Stx1 y / o Stx2, potentes citotoxinas que inhiben la síntesis de proteínas de la célula huésped. Además, las cepas típicas EHEC a menudo se caracterizan por la producción de intimina, una proteína de la membrana externa codificada por el gen eae. Esta proteína media tanto en la adherencia firme de las bacterias a los enterocitos, como en las lesiones A/E (lesiones de adherencia/destrucción) en el colon. Las cepas de STEC y EHEC se pueden transmitir en humanos mediante: contacto directo persona-persona; consumo de carne cruda o poco cocinada, leche cruda y otros productos lácteos; ingesta de otros alimentos o agua potable contaminada con heces de animales; contacto directo con el ganado doméstico y otros rumiantes que son reconocidos como reservorio principal de estas cepas; y aguas de baño/recreativas contaminadas. Las cepas de STEC clínicamente más relevantes pertenecen al serotipo O157:H7, seguido de los serotipos O26:H11, O103:H2, O111:H8 y O145:H28.
E. coli enteropatogénica (EPEC) también porta el gen eae como las cepas EHEC, pero no las toxinas tipo Shiga. EPEC se adhiere a los enterocitos del intestino delgado y destruye la estructura de las microvellosidades, induciendo lesiones A/E. EPEC es una causa importante de diarrea infantil, potencialmente mortal en los países en desarrollo, y que a menudo se acompaña de fiebre, vómitos y deshidratación en niños menores de 2 años. Se transmite por la vía fecal-oral a través de superficies contaminadas, fórmulas para facilitar el destete y portadores humanos.
E. coli enterotoxigénica (ETEC) coloniza la superficie de la mucosa del intestino delgado e induce diarrea acuosa por la secreción de enterotoxinas lábiles al calor (LT) y/o termoestables (ST). Estas enterotoxinas causan la inhibición de la absorción de sodio y la estimulación de la secreción de cloruro, lo que conduce a la diarrea acuosa. Simultáneamente, se pueden producir calambres abdominales, acompañados a veces con náuseas y dolor de cabeza, pero usualmente no de fiebre. ETEC es la causa más importante de la diarrea del viajero en todo el mundo y es endémica en la mayoría de los países subdesarrollados, con significativas tasas de mortalidad en niños. Las infecciones por ETEC también se transmiten a través de la ruta fecal-oral, cuando una persona ingiere comida o agua contaminada.
Las E. coli Enteroinvasivas (EIEC) están bioquímica-, genética- y patogénicamente estrechamente relacionados con Shigella spp. Ambas bacterias portan el gen del antígeno plasmídico de invasión H (ipaH) que está relacionado con la entrada y la diseminación del patógeno de célula a célula. Hay cuatro especies de Shigella responsables de la enfermedad en humano (S. dysenteriae, S. flexneri, S. sonnei y S. boydii), las cuales causan
diversos grados de disentería. Esta infección se caracteriza por fiebre, calambres abdominales y diarrea con presencia visible de sangre y moco. Las complicaciones graves de la shigelosis a menudo se asocian con S. dysenteriae serotipo 1 productora de toxina Shiga y pueden variar desde trastornos intestinales locales hasta manifestaciones sistémicas. En cambio, EIEC podría causar una colitis inflamatoria invasiva y, ocasionalmente, disentería, pero en la mayoría de los casos EIEC provoca una diarrea acuosa que es indistinguible de la debida a la infección por otras cepas de E. coli patógenas. La transmisión convencional de EIEC y Shigella está mediada a través de la ruta fecal-oral, principalmente a través de alimentos o agua contaminados, ó mediante propagación directa persona-persona.
La adopción de técnicas moleculares ha permitido una detección e identificación más rápida de los diferentes patotipos de E. coli. Por lo tanto, proporciona una información crítica para determinar cuáles son las terapias más apropiadas para cada paciente con sospecha de infección por E. coli y el control de un posible brote.